jueves, 12 de enero de 2017

XLV

- ¿Qué es lo que veo? ¿Acaso Shadow se está divirtiendo? Ver para creer… - En cuanto escuché esa voz, tan burlona e irónica como siempre… bueno, no me disgustaba del todo.

En cuanto vi a Rouge llegar, solté a Miracle. Por ahora, sería lo mejor mantener mi compostura habitual frente a ella, frente a esta situación más que nada. Salimos de nuestra burbuja y  volvíamos a incorporarnos en la habitualmente terrible realidad.

- No sé por qué creí que vendrías sola. – Antes de cruzarme de brazos, había tomado a Miracle de su playera, forzándola a que se sostuviera sobre sus pies al instante.

- Tú mensaje fue claro; no vengas si no con una solución a mi problema. Bien, como anticipabas, aquí la tengo, muchachote. ¿Debería explicarme ahora?

- Primero quiero que conozcas a alguien… - No pude evitar hacer una mueca al decir aquello. Si Rouge y Eggman se conocían, volvería a cometer el error de presentar a dos personas que no soporto.

Le señalé el camino que debía seguir para entrar a la base de Eggman. Ese paso firme con el que avanzaba era completamente el de un líder. Detrás de ella, intimidantes como siempre, se encontraban los hermanos Ebony y Beech. Su último acompañante era una joven chica rata, bastante delgada y un tanto alta. Pese a que parecía que llegaba en calidad de prisionero, sonreía con la misma seguridad que Rouge, como si fueran parte de un mismo equipo. Se trataba de otro de esos malditos espíritus.

Noté cómo regresaba a ver a Miracle con una mirada provocadora, y al ver que se ponía a la defensiva, puse mi mano frente a ella, un gesto para detenerla.

- Shadow, ¿quiénes son ellos?

Dijo en un susurro, pero no respondí. Le hice otro gesto para que me siguiera y fui detrás de ellos. Como siempre, dudó unos segundos en hacerme en caso pero, igualmente como siempre, obedeció al verme regresarle la mirada. Mi autoridad no sería algo que perdería.

Nos adentramos en la base de Eggman. Más valía que nada gracioso ocurriera, o en serio destruirá a ese gordo apuñala espaldas. Y sería lo último que necesitara para odiarme, pero eso no era algo que quisiera que Rouge supiera.

Sinceramente, me encontraba tan confundido y perdido como lo estaría Miracle y, bueno, espera que Eggman también lo estuviera al estar frente a Rouge y su bola de tarados, mas decidí no reflejarlo en lo más mínimo, no podía permitirme otorgarle a Eggman la delantera ni por un instante. O que rectificara que siempre la ha tenido.

Preguntó con su desinteresada manera de ser dónde sería apropiado explicarse, a lo cual Eggman, para mi sorpresa, no dudó en llevarla a esa habitación que siempre se encontraba cerrada cuando yo estaba presente, esa maldita habitación con el tan famoso botón. Lo hacía para fastidiarme.

Sin embargo, en ningún momento me pareció que estuviera ocultando algo, cosa que sólo me hacía sentir más intranquilo. ¿Quién era este Eggman? En todo momento que permanecí aquí, jamás me dirigió la mirada ni de casualidad.

- Bien, quien sea yo realmente no importa, lo que quiero saber es por qué debería confiar en ustedes. – Empezó a decir apenas entró, sin por ello dejar de adentrarse en la habitación, como si se sintiera tan segura como en casa propia. Dio media vuelta y, observándonos con una sonrisa burlona, añadió. – Asumo que a ustedes les bastará como sello de confianza que se trate de una amiga de Shadow.

- Digamos que tenemos el mismo sello de garantía. – Respondió Eggman, con la misma sonrisa.
Dios, cómo lo odio.

Rouge cerró los ojos unos momentos y sonrió. Ni siquiera se habían dirigido la mirada, ambos confiarían ciegamente por mi culpa, y todo lo que saliera mal, claro, sería mi responsabilidad.

Aun sabiendo que ella estaba convencida de participar desde el momento en que yo misma la llamé, Eggman siguió hablando.

- Verás, querida, yo soy el Doctor Ivo Robotnik, doctor en robótica aplicada, pionero de la vida artificial y fiel amante de la ciencia.

- Amante… - Escuché murmurar a Miracle con una tonta sonrisita astuta en su rostro. Le tuve que dar un codazo para que se callara, si escuchaban nuestras risas ahogadas, estaríamos perdidos.

Eggman se presentaba mientras se acercaba a Rouge, sin quitarle la mirada de encima, invitándola a observar con detenimiento el lugar donde se encontraba y a observar junto con ello su variedad de inventos fallidos, cacharros de los cuáles se sentía tan orgulloso. Siempre tenía que sonreír al hablar de sus juguetes.

- Como presumiblemente sabrás, un acontecimiento de tanto  misterio y fuera de toda lógica naturalmente tentará a todo ser racional en búsqueda de la verdad. ¿Se trata de evidencia sólida de la vida después de la muerte? ¿Será, entonces, posible pensar en la idea de la reencarnación? – Hizo una pausa breve, deteniéndose y llevándose la mano a su barbilla, hundiéndose en sus pensamientos, no por ello aburriendo a Rouge. Es más, se veía divertida. – La teología nunca ha sido particularmente de mi interés, y un momento en que se presenta evidencia tan clara… bueno, es una lástima que ni siquiera podría pensar en invitarlos a participar en mis estudios, tan avanzados y a su vez tan elementales… Sin mencionar que es una pena que la prioridad sea ahora deshacernos de ellos, ya con tanto mal que han hecho en tan poco tiempo…

Rouge, habiendo escuchado todas sus palabras, soltó una leve carcajada, como si se mostrase encantada.

- Muy bien, Shadow, para ser un ser tan aislado, naturalmente las personas que dejaras llegar a tu vida tendrían que ser impecables. – Se acercó unos pasos a mí y empezó a aplaudir, sabrá si a mí, si a la biografía del profesor o a todo este espectáculo que ante su infantil manera de ser se desenvolvía. 
Volvió la mirada al Profesor Eggman. – Admito que jamás podría pensar tan ciegamente en alguien en tan poco tiempo, pero en un sentido pragmático, usted era la pieza que me faltaba. Verá, yo soy excelente buscando y encontrando pistas… - Mientras hablaba, se acercó a la chica rata, quienes Ebony y Beech detenían con fuerza, o bien, sólo pretendían hacerlo, pues en cuanto Rouge la tomó del brazo y la llevó de un jaloneo al frente de Eggman, ella no opuso resistencia alguna. Es más, todavía compartía la misma sonrisa de Rouge. - …pero nunca he contado con un hombre de tantos conocimientos en quien pudiese confiar mis hipótesis, y más importante, confirmarlas.

Todos sonrieron en ese momento con tanta astucia que me enfermaba.

- ¿Ves a esa niña de ahí? – Preguntó Rouge señalando a Miracle sin siquiera haberla regresado a ver. Instintivamente volví a colocarme un paso frente a ella, tragando saliva. – Bueno, yo alguna vez estuve en su situación.

Y, como si ni siquiera Eggman jamás hubiese podido haberlo previsto, todos nos mostramos asombrados, lo cual le divertía muchísimo. Así que era por eso…

- Sí, esta chica y yo alguna vez compartimos el mismo cuerpo. – Añadió colocándose detrás de ella, colocando sus manos sobre sus hombros, como si se tratara de un par de hermanas o algo igual de cercano. Antes de hablar, sonrió con cierto júbilo. – Hasta el punto de habernos vuelto una sola persona.

- ¿Lograron ser la misma persona? ¿Qué quieres decir con eso? – Añadió un enteramente curioso Eggman, haciendo reír a ambas ligeramente.

- ¿Qué te puedo decir? No se trata de que sólo estén ahí. Sabes que están ahí. Puedes verlos, incluso sentirlos… pero hay un momento en el que… todos esos pensamientos que alguna vez me parecieron tan ajenos… de repente se volvieron enteramente míos. – Explicó separándose de ella y caminando hacia otro lado, dándonos la espalda. - Incluso hoy en día, que estamos separadas como  queda claro, no puedo decir si mis ideas, si mis emociones y hasta mi propio instinto son míos o siguen siendo ajenos, ¿saben? Bajo el encanto de una vida con tantos deseos y sueños sin realizar, sin mencionar tantas pasiones alocadas. – Y aunque sonaba un tanto tenebroso la idea de perder la identidad de esa manera, ella se mostraba calma ante la situación, como si le resultara incluso divertido recordarlo, a tal punto que, me hacía pensar, si acaso tenía ese recuerdo en mente siempre. – Tuve bastante miedo.

- No parece… - No pude evitar murmurar con cierta envidia al ver lo bien que parecía llevarse con aquella chica. No estamos hablando del asesino ese por excelencia que tan tranquilamente habita mi cuerpo.

- Mi resolución es únicamente personal, pero sé que tengo las piezas para resolver este rompecabezas, sólo necesito a alguien que me ayude a juntarlas.

Sabía que los tres teníamos hartas preguntas nadando desenfrenadamente por nuestras mentes, digo, yo lo hacía. Y aunque nadie jamás lo hizo obvio, ella, naturalmente, lo adivinó.

- Vamos, tenemos tiempo para aclarar toda duda con calma, ¿cierto? Oh, bueno, ustedes no. – Dijo sin borrar su sonrisa, habiendo regresado a vernos a ambos. Qué molesta podía ser esa mujer... – Además, preferiría contarles la historia primero y que ustedes sacaran sus propias conclusiones pues, como les dije, las mías son quizá muy personales como para siquiera pensar que podría ser de aporte alguno. Odiaría sesgar su análisis con mi subjetividad, tan soñadora yo. – Dijo desviando la mirada, no sin dejar de sonreír y guiñándonos el ojo.

Nadie dijo nada, no queríamos interrumpir su hilo.

- Sí… Es como si ellos tuvieran las de ganar en este juego, ¿saben? Y aunque la pérdida de tu propia identidad parece ser algo muy desesperante, en realidad no sabes en qué momento tus ideas y pensamientos de repente coinciden con las suyas y deciden ir en la misma dirección. Nunca me sentí obligada a nada, son unos pillos tremendos. Pero, como digo, no te das cuenta en qué momento de repente ya te perdiste.

Miracle y yo habíamos desviado la mirada, sé que yo lo hacía con cierta vergüenza y ansiedad, ¿podría ser que en realidad todo esto fuera el sigilo de Hamadi? Digo, yo nunca me había sentido particularmente distinto… No quería admitir ni por un instante ni siquiera ser dueño de mis propios pensamientos, ¿podía este torbellino emocional que sentía ni siquiera ser mío? Todo lo que he cambiado en tan poco tiempo, ¿podría ser en realidad una estúpida ilusión nada más?

- Yo fui muy débil y cedí, no tenía ni la menor idea de qué estaba sucediendo, ¿cómo saber qué hacer? – Pero en vez de mostrar lamento, jaló a la chica con brusquedad y detuvo de su rostro con una mano, como si la estuviera exponiendo hacia nosotros, humillándola, mas no por ello se mostraba nada molesta. No podría decir lo molesto que resultaba que en ningún momento dejara de sonreír. -  Tal vez sólo tuve suerte de llevarme tan bien con mi inesperado inquilino. – Hizo una tediosa pausa, y aunque su mirada lo decía todo, no por ello calló. - No es su caso. Sé lo difícil que puede ser, mis amigos, pero hagan lo que hagan, luchen contra ello. – En un descuido, nos regaló una de sus honestas sonrisas, un tanto avergonzada incluso. – Sé que puede resultar tentadora esa sensación.

Pero actuaba como si hubiera sido lo mejor que pudo haberle pasado en la vida. Me preguntaba con harta curiosidad quién fue la verdadera Rouge antes de todo esto.

Calló en cuanto deparó en mí. Había comenzado a retroceder, pensando sin cesar en tantas cosas… Sus palabras sólo lo hacían más confuso, pero algo era cierto; sólo empeoraría con el tiempo. Tenía que decidirme ya y llegar a una resolución de una buena vez.  Entonces quedó en claro que tenía que dejar todo claro y en el pasado, aceptar mi presente y el cómo se daban las cosas y, bueno, tal vez valdría la pena pensar en luchar por mi futuro…

- Rouge, escucha. ¿Por qué no le cuentas al profesor todo lo que sabes? Debo ir por alguien que también es víctima de este problema y no creo que se quiera perder de la cura.

- ¿En serio? Creí que sería a ti a quien más le importaría escuchar esta historia. – Preguntó fingiendo el desánimo de una niña pequeña a quien de repente le niegan lo que quieren. Pero, en realidad, estaba confundida.

- ¡Shadow, llévame contigo!

Interrumpió Miracle, acercándose y aferrándose de mi brazo.

Me costó un poco lograr que me soltara, sorprendentemente lo había logrado sin ser brusco con ella. Me acerqué  y le di media vuelta, colocando mi mano sobre su hombro.

- Rouge, ¿puedo confiártela? – Las miradas confusas seguían sobre mí, incluso Eggman se mostraba escéptico con que me fuera tan repentinamente. Lo entendía, por algo la llamé, y sí, un momento la duda me estaba matando… pero de repente simplemente me resultaba absurdo que yo estuviera ahí, si Eggman se encargaba de ello, con eso bastaba, ¿no? Miracle podía escuchar los detalles por mí pues, con toda honestidad, pensaba que ganaría más tiempo de esta manera.

Además, no quería que nadie viniera conmigo, y mucho menos quería dar explicaciones. Cómo podría explicarles algo que ni yo mismo tenía en claro.

– En fin, no tardaré nada, puede que llegue a la parte importante.

Di media vuelta y, sin dejar que nadie me cuestionara nada, me fui corriendo. No mentía, sí iba por Sonic, y teníamos que resolver nuestras estúpidas diferencias a la de ya. Lo que no sabía, era qué tan cierta era la parte de que no tardaría nada.

Hacer las paces con Miracle y ahora todo esto… con dos ideas locas de tres que marcharon bien, la tercera también tenía que hacerlo.

¿Por qué de repente todo esto me resultaba difícil? Nunca me había gustado andar con rodeos. De repente mentir era mucho más sencillo que decir la verdad cuando algo realmente te importa. Pero esa discusión con Miracle me había hecho abrir los ojos. Momentos atrás, me resultaba una idea completamente disparatada, absurda e idiota. Ahora me sentía, admito, bastante curioso, impaciente, supongo que eso era bueno. Esta sensación… de repente me preguntaba si esto significaba aunque fuera por poco vivir. Me sentía estúpidamente acelerado.


Odiaría que los planes de Hamadi se entremezclaran con los míos.

---------- Aviso de Sam ----------

¡Hola!

¿Cómo han estado? ¿Qué tal su semana? ^ - ^

Lo siento, realmente quería publicar este capítulo mucho antes, pero entre compromisos, prisas y mi terrible internet que tanto me odia :,3 Bueno, algo tarde pero aquí está c: Seguiré publicando semanalmente por el momento, realmente quiero dedicarme a cada capítulo y, además, disfrutarlo c: (No recordaba lo divertido que podía llegar a ser (?)) 

En fin, ¡espero les guste! Déjenme saber qué opinan, qué les pareció y así, en serio lo aprecio muchísimo! :D

Los veo a más tardar el próximo jueves, entonces! :)

¡Buenas Noches!

4 comentarios:

  1. Sam público a de ser por eso que está haciendo frío!!!!!? Ok no que bueno que pudiste actualizar y ya somos 2 teniendo mal internet para mí que a de estar en sus días XD genial capítulo nunca me imaginé que Rouge también tuviera un espiritillo y que hay cura para eso a ver si Shadow hace las pases con Sonic o si no arderá Troya XD a esperar el jueves para saber qué pasa saludos

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    1. Hahaha por qué dices que por ello hace frío? xD Ay, es terrible! :( Y el problema es que como mi laptop ya está algo vieja, bueno, le duele usar chrome sin estar conectada y sólo se traba y muere x,v,xU

      Ji ji muchas gracias!!! :DDD

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  2. Wow, la verdad que lo de Rouge me ha tomado por sorpresa .3.
    Bueno, teniendo en cuenta el comentario de Judith, somos 3 con mal Internet :'v (las tormentas se cargaron todo por aquí)
    Gran capi!

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    1. Rouge está lleno de secretos, oh noes ; 3 ;/
      Rayos, bienvenida al club xD

      Gracias! :3

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