- ¿Qué es lo que veo? ¿Acaso Shadow se está
divirtiendo? Ver para creer… - En cuanto escuché esa voz, tan burlona e irónica
como siempre… bueno, no me disgustaba del todo.
En cuanto vi a Rouge llegar, solté a Miracle. Por
ahora, sería lo mejor mantener mi compostura habitual frente a ella, frente a
esta situación más que nada. Salimos de nuestra burbuja y volvíamos a incorporarnos en la habitualmente
terrible realidad.
- No sé por qué creí que vendrías sola. – Antes de
cruzarme de brazos, había tomado a Miracle de su playera, forzándola a que se
sostuviera sobre sus pies al instante.
- Tú mensaje fue claro; no vengas si no con una solución a mi problema. Bien, como
anticipabas, aquí la tengo, muchachote. ¿Debería explicarme ahora?
- Primero quiero que conozcas a alguien… - No pude
evitar hacer una mueca al decir aquello. Si Rouge y Eggman se conocían,
volvería a cometer el error de presentar a dos personas que no soporto.
Le señalé el camino que debía seguir para entrar a
la base de Eggman. Ese paso firme con el que avanzaba era completamente el de
un líder. Detrás de ella, intimidantes como siempre, se encontraban los
hermanos Ebony y Beech. Su último acompañante era una joven chica rata,
bastante delgada y un tanto alta. Pese a que parecía que llegaba en calidad de
prisionero, sonreía con la misma seguridad que Rouge, como si fueran parte de
un mismo equipo. Se trataba de otro de esos malditos espíritus.
Noté cómo regresaba a ver a Miracle con una mirada
provocadora, y al ver que se ponía a la defensiva, puse mi mano frente a ella,
un gesto para detenerla.
- Shadow, ¿quiénes son ellos?
Dijo en un susurro, pero no respondí. Le hice otro
gesto para que me siguiera y fui detrás de ellos. Como siempre, dudó unos
segundos en hacerme en caso pero, igualmente como siempre, obedeció al verme
regresarle la mirada. Mi autoridad no sería algo que perdería.
Nos adentramos en la base de Eggman. Más valía que nada
gracioso ocurriera, o en serio destruirá a ese gordo apuñala espaldas. Y sería
lo último que necesitara para odiarme, pero eso no era algo que quisiera que
Rouge supiera.
Sinceramente, me encontraba tan confundido y perdido
como lo estaría Miracle y, bueno, espera que Eggman también lo estuviera al
estar frente a Rouge y su bola de tarados, mas decidí no reflejarlo en lo más
mínimo, no podía permitirme otorgarle a Eggman la delantera ni por un instante.
O que rectificara que siempre la ha tenido.
Preguntó con su desinteresada manera de ser dónde
sería apropiado explicarse, a lo cual Eggman, para mi sorpresa, no dudó en
llevarla a esa habitación que siempre se encontraba cerrada cuando yo estaba
presente, esa maldita habitación con el tan famoso botón. Lo hacía para
fastidiarme.
Sin embargo, en ningún momento me pareció que
estuviera ocultando algo, cosa que sólo me hacía sentir más intranquilo. ¿Quién
era este Eggman? En todo momento que permanecí aquí, jamás me dirigió la mirada
ni de casualidad.
- Bien, quien sea yo realmente no importa, lo que
quiero saber es por qué debería confiar en ustedes. – Empezó a decir apenas
entró, sin por ello dejar de adentrarse en la habitación, como si se sintiera
tan segura como en casa propia. Dio media vuelta y, observándonos con una
sonrisa burlona, añadió. – Asumo que a ustedes les bastará como sello de
confianza que se trate de una amiga de Shadow.
- Digamos que tenemos el mismo sello de garantía. –
Respondió Eggman, con la misma sonrisa.
Dios, cómo lo odio.
Rouge cerró los ojos unos momentos y sonrió. Ni siquiera
se habían dirigido la mirada, ambos confiarían ciegamente por mi culpa, y todo
lo que saliera mal, claro, sería mi responsabilidad.
Aun sabiendo
que ella estaba convencida de participar desde el momento en que yo misma la
llamé, Eggman siguió hablando.
- Verás, querida, yo soy el Doctor Ivo Robotnik,
doctor en robótica aplicada, pionero de la vida artificial y fiel amante de la
ciencia.
- Amante… -
Escuché murmurar a Miracle con una tonta sonrisita astuta en su rostro. Le tuve
que dar un codazo para que se callara, si escuchaban nuestras risas ahogadas,
estaríamos perdidos.
Eggman se
presentaba mientras se acercaba a Rouge, sin quitarle la mirada de encima,
invitándola a observar con detenimiento el lugar donde se encontraba y a observar
junto con ello su variedad de inventos fallidos, cacharros de los cuáles se
sentía tan orgulloso. Siempre tenía que sonreír al hablar de sus juguetes.
- Como presumiblemente sabrás, un acontecimiento de
tanto misterio y fuera de toda lógica
naturalmente tentará a todo ser racional en búsqueda de la verdad. ¿Se trata de
evidencia sólida de la vida después de la muerte? ¿Será, entonces, posible
pensar en la idea de la reencarnación? – Hizo una pausa breve, deteniéndose y
llevándose la mano a su barbilla, hundiéndose en sus pensamientos, no por ello
aburriendo a Rouge. Es más, se veía divertida. – La teología nunca ha sido
particularmente de mi interés, y un momento en que se presenta evidencia tan
clara… bueno, es una lástima que ni siquiera podría pensar en invitarlos a
participar en mis estudios, tan avanzados y a su vez tan elementales… Sin
mencionar que es una pena que la prioridad sea ahora deshacernos de ellos, ya
con tanto mal que han hecho en tan poco tiempo…
Rouge, habiendo escuchado todas sus palabras, soltó
una leve carcajada, como si se mostrase encantada.
- Muy bien, Shadow, para ser un ser tan aislado,
naturalmente las personas que dejaras llegar a tu vida tendrían que ser
impecables. – Se acercó unos pasos a mí y empezó a aplaudir, sabrá si a mí, si
a la biografía del profesor o a todo este espectáculo que ante su infantil
manera de ser se desenvolvía.
Volvió la mirada al Profesor Eggman. – Admito que
jamás podría pensar tan ciegamente en alguien en tan poco tiempo, pero en un
sentido pragmático, usted era la pieza que me faltaba. Verá, yo soy excelente
buscando y encontrando pistas… - Mientras hablaba, se acercó a la chica rata,
quienes Ebony y Beech detenían con fuerza, o bien, sólo pretendían hacerlo,
pues en cuanto Rouge la tomó del brazo y la llevó de un jaloneo al frente de
Eggman, ella no opuso resistencia alguna. Es más, todavía compartía la misma
sonrisa de Rouge. - …pero nunca he contado con un hombre de tantos
conocimientos en quien pudiese confiar mis hipótesis, y más importante, confirmarlas.
Todos sonrieron en ese momento con tanta astucia
que me enfermaba.
- ¿Ves a esa niña de ahí? – Preguntó Rouge
señalando a Miracle sin siquiera haberla regresado a ver. Instintivamente volví
a colocarme un paso frente a ella, tragando saliva. – Bueno, yo alguna vez
estuve en su situación.
Y, como si ni siquiera Eggman jamás hubiese podido
haberlo previsto, todos nos mostramos asombrados, lo cual le divertía
muchísimo. Así que era por eso…
- Sí, esta chica y yo alguna vez compartimos el
mismo cuerpo. – Añadió colocándose detrás de ella, colocando sus manos sobre
sus hombros, como si se tratara de un par de hermanas o algo igual de cercano.
Antes de hablar, sonrió con cierto júbilo. – Hasta el punto de habernos vuelto
una sola persona.
- ¿Lograron ser la misma persona? ¿Qué quieres
decir con eso? – Añadió un enteramente curioso Eggman, haciendo reír a ambas
ligeramente.
- ¿Qué te puedo decir? No se trata de que sólo estén ahí. Sabes que están ahí.
Puedes verlos, incluso sentirlos… pero hay un momento en el que… todos esos
pensamientos que alguna vez me parecieron tan ajenos… de repente se volvieron
enteramente míos. – Explicó separándose de ella y caminando hacia otro lado,
dándonos la espalda. - Incluso hoy en día, que estamos separadas como queda claro, no puedo decir si mis ideas, si
mis emociones y hasta mi propio instinto son míos o siguen siendo ajenos,
¿saben? Bajo el encanto de una vida con tantos deseos y sueños sin realizar,
sin mencionar tantas pasiones alocadas. – Y aunque sonaba un tanto tenebroso la
idea de perder la identidad de esa manera, ella se mostraba calma ante la
situación, como si le resultara incluso divertido recordarlo, a tal punto que,
me hacía pensar, si acaso tenía ese recuerdo en mente siempre. – Tuve bastante
miedo.
- No parece… - No pude evitar murmurar con cierta
envidia al ver lo bien que parecía llevarse con aquella chica. No estamos
hablando del asesino ese por excelencia que tan tranquilamente habita mi
cuerpo.
- Mi resolución es únicamente personal, pero sé que
tengo las piezas para resolver este rompecabezas, sólo necesito a alguien que
me ayude a juntarlas.
Sabía que los tres teníamos hartas preguntas
nadando desenfrenadamente por nuestras mentes, digo, yo lo hacía. Y aunque
nadie jamás lo hizo obvio, ella, naturalmente, lo adivinó.
- Vamos, tenemos tiempo para aclarar toda duda con
calma, ¿cierto? Oh, bueno, ustedes no. – Dijo sin borrar su sonrisa, habiendo
regresado a vernos a ambos. Qué molesta podía ser esa mujer... – Además,
preferiría contarles la historia primero y que ustedes sacaran sus propias
conclusiones pues, como les dije, las mías son quizá muy personales como para
siquiera pensar que podría ser de aporte alguno. Odiaría sesgar su análisis con
mi subjetividad, tan soñadora yo. – Dijo desviando la mirada, no sin dejar de
sonreír y guiñándonos el ojo.
Nadie dijo nada, no queríamos interrumpir su hilo.
- Sí… Es como si ellos tuvieran las de ganar en
este juego, ¿saben? Y aunque la pérdida de tu propia identidad parece ser algo
muy desesperante, en realidad no sabes en qué momento tus ideas y pensamientos
de repente coinciden con las suyas y deciden ir en la misma dirección. Nunca me
sentí obligada a nada, son unos pillos tremendos. Pero, como digo, no te das
cuenta en qué momento de repente ya te perdiste.
Miracle y yo habíamos desviado la mirada, sé que yo
lo hacía con cierta vergüenza y ansiedad, ¿podría ser que en realidad todo esto
fuera el sigilo de Hamadi? Digo, yo nunca me había sentido particularmente
distinto… No quería admitir ni por un instante ni siquiera ser dueño de mis
propios pensamientos, ¿podía este torbellino emocional que sentía ni siquiera
ser mío? Todo lo que he cambiado en tan poco tiempo, ¿podría ser en realidad
una estúpida ilusión nada más?
- Yo fui muy débil y cedí, no tenía ni la menor
idea de qué estaba sucediendo, ¿cómo saber qué hacer? – Pero en vez de mostrar
lamento, jaló a la chica con brusquedad y detuvo de su rostro con una mano,
como si la estuviera exponiendo hacia nosotros, humillándola, mas no por ello
se mostraba nada molesta. No podría decir lo molesto que resultaba que en
ningún momento dejara de sonreír. - Tal
vez sólo tuve suerte de llevarme tan bien con mi inesperado inquilino. – Hizo
una tediosa pausa, y aunque su mirada lo decía todo, no por ello calló. - No es
su caso. Sé lo difícil que puede ser, mis amigos, pero hagan lo que hagan,
luchen contra ello. – En un descuido, nos regaló una de sus honestas sonrisas,
un tanto avergonzada incluso. – Sé que puede resultar tentadora esa sensación.
Pero actuaba como si hubiera sido lo mejor que pudo
haberle pasado en la vida. Me preguntaba con harta curiosidad quién fue la
verdadera Rouge antes de todo esto.
Calló en cuanto deparó en mí. Había comenzado a
retroceder, pensando sin cesar en tantas cosas… Sus palabras sólo lo hacían más
confuso, pero algo era cierto; sólo empeoraría con el tiempo. Tenía que decidirme
ya y llegar a una resolución de una buena vez.
Entonces quedó en claro que tenía que dejar todo claro y en el pasado,
aceptar mi presente y el cómo se daban las cosas y, bueno, tal vez valdría la
pena pensar en luchar por mi futuro…
- Rouge, escucha. ¿Por qué no le cuentas al profesor
todo lo que sabes? Debo ir por alguien que también es víctima de este problema
y no creo que se quiera perder de la cura.
- ¿En serio? Creí que sería a ti a quien más le
importaría escuchar esta historia. – Preguntó fingiendo el desánimo de una niña
pequeña a quien de repente le niegan lo que quieren. Pero, en realidad, estaba
confundida.
- ¡Shadow, llévame contigo!
Interrumpió Miracle, acercándose y aferrándose de
mi brazo.
Me costó un poco lograr que me soltara, sorprendentemente
lo había logrado sin ser brusco con ella. Me acerqué y le di media vuelta, colocando mi mano sobre
su hombro.
- Rouge, ¿puedo confiártela? – Las miradas confusas
seguían sobre mí, incluso Eggman se mostraba escéptico con que me fuera tan
repentinamente. Lo entendía, por algo la llamé, y sí, un momento la duda me
estaba matando… pero de repente simplemente me resultaba absurdo que yo
estuviera ahí, si Eggman se encargaba de ello, con eso bastaba, ¿no? Miracle
podía escuchar los detalles por mí pues, con toda honestidad, pensaba que
ganaría más tiempo de esta manera.
Además, no quería que nadie viniera conmigo, y mucho
menos quería dar explicaciones. Cómo podría explicarles algo que ni yo mismo
tenía en claro.
– En fin, no tardaré nada, puede que llegue a la
parte importante.
Di media vuelta y, sin dejar que nadie me
cuestionara nada, me fui corriendo. No mentía, sí iba por Sonic, y teníamos que
resolver nuestras estúpidas diferencias a la de ya. Lo que no sabía, era qué
tan cierta era la parte de que no tardaría nada.
Hacer las paces con Miracle y ahora todo esto… con dos ideas locas de tres que
marcharon bien, la tercera también tenía que hacerlo.
¿Por qué de repente todo esto me resultaba difícil?
Nunca me había gustado andar con rodeos. De repente mentir era mucho más
sencillo que decir la verdad cuando algo realmente te importa. Pero esa
discusión con Miracle me había hecho abrir los ojos. Momentos atrás, me
resultaba una idea completamente disparatada, absurda e idiota. Ahora me sentía,
admito, bastante curioso, impaciente, supongo que eso era bueno. Esta
sensación… de repente me preguntaba si esto significaba aunque fuera por poco vivir. Me sentía estúpidamente
acelerado.
Odiaría que los planes de Hamadi se entremezclaran con los míos.
---------- Aviso de Sam ----------
¡Hola!
¿Cómo han estado? ¿Qué tal su semana? ^ - ^
Lo siento, realmente quería publicar este capítulo mucho antes, pero entre compromisos, prisas y mi terrible internet que tanto me odia :,3 Bueno, algo tarde pero aquí está c: Seguiré publicando semanalmente por el momento, realmente quiero dedicarme a cada capítulo y, además, disfrutarlo c: (No recordaba lo divertido que podía llegar a ser (?))
¿Cómo han estado? ¿Qué tal su semana? ^ - ^
Lo siento, realmente quería publicar este capítulo mucho antes, pero entre compromisos, prisas y mi terrible internet que tanto me odia :,3 Bueno, algo tarde pero aquí está c: Seguiré publicando semanalmente por el momento, realmente quiero dedicarme a cada capítulo y, además, disfrutarlo c: (No recordaba lo divertido que podía llegar a ser (?))
En fin, ¡espero les guste! Déjenme saber qué opinan, qué les pareció y así, en serio lo aprecio muchísimo! :D
Los veo a más tardar el próximo jueves, entonces! :)
¡Buenas Noches!
Los veo a más tardar el próximo jueves, entonces! :)
¡Buenas Noches!
Sam público a de ser por eso que está haciendo frío!!!!!? Ok no que bueno que pudiste actualizar y ya somos 2 teniendo mal internet para mí que a de estar en sus días XD genial capítulo nunca me imaginé que Rouge también tuviera un espiritillo y que hay cura para eso a ver si Shadow hace las pases con Sonic o si no arderá Troya XD a esperar el jueves para saber qué pasa saludos
ResponderEliminarHahaha por qué dices que por ello hace frío? xD Ay, es terrible! :( Y el problema es que como mi laptop ya está algo vieja, bueno, le duele usar chrome sin estar conectada y sólo se traba y muere x,v,xU
EliminarJi ji muchas gracias!!! :DDD
Wow, la verdad que lo de Rouge me ha tomado por sorpresa .3.
ResponderEliminarBueno, teniendo en cuenta el comentario de Judith, somos 3 con mal Internet :'v (las tormentas se cargaron todo por aquí)
Gran capi!
Rouge está lleno de secretos, oh noes ; 3 ;/
EliminarRayos, bienvenida al club xD
Gracias! :3