Frente al parque, 19:00 horas. Estaba rodeada de casas, rodeada por las montañas, en la cima de la colina, pero aun así me sentía sola. Porque estaba sola. Esperaba, de pie, con la poca paciencia que me quedaba. Una nota en mi mano, una firma conocida, por eso estaba aquí. Quise leerlo una vez más, pero tan sólo ver las primeras palabras, ese tono de intriga tan molesto y característico de él, bajé la note al instante.
Cada vez soplaba más fuerte el viento, pero más pensaba en su llegada que en el frío que sentía.
Finalmente escuché unos pasos, pensaba;
“Bueno… ahí viene…”
- ¡Vaya sorpresa! ¿A quién tenemos aquí?
- No me vengas con “¡Vaya sorpresa!” cuando fuiste tú quien me citó. – Se paró frente a mí, su semblante más frío que el medio y tan desinteresado como siempre, sus manos dentro de sus bolsillos. – Por favor, no perdamos tiempo y dime qué rayos quieres.
Nos veíamos al rostro, serios, desconfiados, no podía perder de vista sus ojos, rojos, pero helados.
- Dijiste que era urgente, Shadow… bueno, aquí estoy, y quieras lo que quieras, no lo tendrás fácilmente. – Me coloqué en posición de defensa, tan sólo verlo adelantar un paso me puse nerviosa, mas él no desistió y se acercó a mí.
-- Hmm, desconfiada como siempre. Tranquila… – Tomó de mi brazo, impidiendo que me alejara.
- ¡Oye!
- …No pienso tardar…
- ¿Y en qué piensas? – Conseguí soltarme y lo empujé. Tampoco le temía, pero haber esperado por más de una hora por su llegada me tenía más que molesta, no tenía tiempo para rodeos. - ¿Por qué tanto misterio, erizo?
- Bien, creo que no fui claro en mi nota.
- Claro que no, más ambiguo no podías ser. “Te necesito.” Dime, ¿para qué me necesitas esta vez?
Pero él sólo soltó una breve carcajada.
- Qué lástima que crees que mi amistad contigo se debe a puro interés.
Hubo un silencio, el cual se prolongó todavía más cuando me tomó de los hombros. Quería decir algo, o siquiera empujarlo de nuevo, pero la verdad es que ahora estaba nerviosa. Tener sus ojos tan cerca era terror garantizado, aunque yo sabía que él era más que eso.
Desprevenida, se acercó todavía aún más, lo más que pudo. Me besó. Shadow me había robado un beso, y aunque estaba sumamente sorprendida, no hice nada por alejarlo. No supe cómo reaccionar.
Finalmente, él se separó.
- ¿Fue lo suficientemente claro?
- ¡N-no! ¡Para nada claro! – Pero no obtuve respuesta. - ¡Shadow, responde! ¿Qué pasa?
- Lo siento, me perdí un poco. – Dijo desviando la mirada. – Realmente tienes una mirada muy fuerte…
- ¿Y ahora qué quieres decir con eso?
- Que tienes unos ojos muy bonitos.
- ¡Basta! – Exclamé todavía aún más molesta, más bien confundida. - ¿Qué está pasando? ¿Shadow? ¿Estás bien? ¿Acaso te gusto? ¿Es eso lo que querías decirme?
- No realmente. – Volvió a desviar la mirada. - ¿Cómo puedo ser claro contigo? – Preguntó, apenas regresándome a ver de reojo.
- Shadow… ¡Yo no podría! – Ya no sabía ni qué decir. ¿Yo? ¿Gustarle a Shadow? ¡Y luego qué! ¿O se estaba burlando?
Me puse roja, ni siquiera sabía en qué pensar. En ese momento tomó de mis manos, como si quisiera tranquilizarme con su tacto, su mirada apaciguada. Eso me puso todavía más nerviosa.
– Tal vez si soy lo más breve posible… - Dijo, lo cual me sacó de mis pensamientos.
- Calma. Ya sé lo que está pasando.
- ¿Ya lo sabes?
- Sí, tú… yo… Bueno, no sé. Sí, te gusto, quieres decirlo. ¿Alguna vez le has dicho algo así a alguien? ¿Te cuesta? Bueno, no es la primera vez que me lo dicen pero… ¿pero tú? - Trataba de resumir las cosas, pero más bien lo estaba empeorando todo. ¿Por qué me sentía así? Era un desastre y estaba haciendo el ridículo. Sin embargo, él pudo hacerlo mucho mejor que yo.
- Te amo… - Y así, con dos palabras me hizo callar finalmente. Alcé la mirada de golpe, estaba en shock, tan sólo pude regresarlo a ver. - … pero si tú no correspondes el sentimiento, entiendo…. – Soltó mi mano, su tono de voz era distinto, ¿era triste? – Tranquila, realmente sólo quería que lo sepas.
- ¡No, no! ¡Shadow! ¡Lo siento! – Balbuceaba, no sabía qué hacer. En un momento de lucidez finalmente me atreví a detenerlo del brazo, acercándolo una vez más. – Perdón, lamento si me di a entender mal… Es sólo que… es la primera vez que siento algo así, no sé, ¿pena? Es realmente ridículo… tal vez porque, no sé, es diferente, eres… ¿tú? ¿Eres alguien cercano para mí? Bueno, sí, especial, pero…
- ¿Pero?
- Te quiero, ¡bastante! Incluso, sí, me gustas, pero…
- Tranquila, estás siendo clara.
- No, claro que no, ¡no lo estoy siendo! ¡Agh! – Me precipité hacia él, tenía que impedir que se alejara, no así, no nunca. Lo abracé. – Ni yo misma sé que lo que siento… - Por unos instantes supe lo que sentía. Ya no sentía frío, se sentía cálido, bien… estar tan cerca…
Noté que quería decir algo, pero ni él mismo sabía qué. Dudando, se atrevió a tomarme nuevamente de los hombros, pero por primera vez en la vida supe que incluso él podía sentir inseguridad. No quería eso.
Esta vez fui yo quien lo besó.
- … pero eres tan misterioso… Nunca sé en qué piensas, qué sientes… ¿Y por mí?
- Estoy seguro de lo que siento por ti. – Rio, y aunque no era una gran sonrisa, sabía que estaba contento. Él ya sabía que sus palabras estaban a salvo conmigo, y sus sentimientos eran correspondidos. – Estoy seguro de que a tu lado soy feliz.
Hubo nuevamente un largo silencio, pero esta vez fue diferente. Los dos lo disfrutábamos, sonreía.
- ¿Qué está pasando? – Pregunté riendo, contenta, apenada. - ¿No es esto ridículo?
- ¿Sería ridículo pedirte una oportunidad?
- Sería innecesario. – Dije acercándome a él, tomando de su brazo.
Me alejé de él, pero no porque quisiera. En realidad, lo que quería era tomar de su mano. Y eso hice. Estaba tan nervioso. ¡Bueno! ¿A quién engaño? Yo también estaba nerviosa. Tal vez porque se trataba de él. Sí, era porque se trataba de él.
Nos alejamos, tomados de la mano, juntos.
– A veces eres tan extraño.
- ¿Y eso es malo?
- Al contrario. Me gusta.
- ¿Ah sí? ¿Me dirías todo lo que te gusta de mí?
- Haha, hasta crees. ¿Qué forma de pedir es esa?
- Porque yo podría decirte lo que resta del día todo lo que me gusta de ti, y porqué te necesito a mi lado.
- Nos conocemos desde hace años, creo que puedo darme una idea.
- Igual quiero decírtelo.
No podía evitar reír, sonreír. ¿Sería posible que esta fuera la primera vez que Shadow experimentara algo así por alguien? Yo sabía que sí, y ello sería una experiencia divertida, grata. Y aunque sabía que yo tenía más experiencia que él en estas cosas, no podía negar que esta vez sería diferente. Empezaría desde cero, a su lado. Y eso me gustaba.
La nota calló de mis manos, y mientras nos alejábamos, pensaba;
“Si alguien encuentra esa nota, ¿entenderán lo que yo todavía no puedo entender?”
“Frente al parque, 19:00 horas.
Te necesito.
- Shadow”
---------- Aviso de Sam ----------
¡Hola! ^ - ^!
¿Cómo han estado? :D Yo he estado... ehm, he estado mejor XD U En realidad estoy bien, pero me pesa muchísimo haber dejado por milésima vez la historia en espera >-< (Juro que sigo pensando las cosas, pero cuando se trata de escribir... bueno... x ___ x)
Como no quería que pensaran que estaba muerta, pensé en publicar una entrada para tenerlos al tanto n.n Por otra parte, durante las próximas tres semanas está garantizado que no podré actualizar el blog porque saldré de viaje :c Así que pensé que, al menos, podía dejarles otro One-shot c:
Así como Detallitos, se trata de una historia Shadouge (Me encaaaanta esa pareja * - * ) y no tiene nada que ver con esta historia, simplemente tenía la idea desde hace meses y al fin me digné a escribirla XD U (Como podrán notar, estaba supuesta a ser comic u.u )
En fin... espero que les guste, me cuentan qué tal n-n!
Cuídense mucho, disfruten sus vacaciones. Nos estaremos viendo pronto! :D!
Hasta luego nwn!